Aunque me gusta hacer tartas más vistosas, o cupcakes o cualquier receta con algo distinto, de vez en cuando no está mal hacer un bizcocho tradicional.
Hoy ha sido uno de esos días en los que me apetecía hacer un bizcocho para desayunar por la mañana así que me he puesto manos a la obra. Además se lo prometí a mi amiga Carmen, y una promesa hay que cumplirla.
Este bizcocho lo podéis hacer todos/as ya que es de lo más sencillo, nunca sale mal y tiene un sabor especial.
INGREDIENTES
- 4 huevos medianos.
- Un vaso de leche
- Medio vaso de aceite vegetal.
- 2 vasos de azúcar.
- Una cucharadita de levadura.
- 3 vasos de harina.
- Ralladura de medio limón.
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180ºC.
Tamizamos la harina junto con la levadura.
Separamos las yemas de las claras y montamos éstas a punto de nieve.
Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen (3-5 minutos). Añadimos el aceite y la leche y volvemos a batir.
Añadimos la harina y la levadura y mezclamos hasta que esté bien integrada.
Por último añadimos las claras que habíamos montado a punto de nieve y mezclamos con una espátula, con cuidado para que quede una mezcla esponjosa.
Vertemos la masa sobre un molde que hemos engrasado previamente y horneamos aproximadamente 1 hora a 180ºC.
Lo dejamos enfriar sobre una rejilla y cuando esté frío espolvoreamos azúcar glass.
Espero que os animéis a hacerlo y me contáis que tal os ha salido y si os ha gustado.
Hasta mañana
Un beso
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