Eso sí os tiene que gustar el café. Yo pensé que no sabía mucho pero lo ha probado un compañero que no le gusta para nada el café y se lo ha tenido que tragar por no escupirlo. Dice que sí que sabe a café y muchísimo. La verdad es que es lógico, si es un bizcocho de café tendrá que saber a café pero ni a Carmen, una compañea, ni a mi nos sabía mucho a café.
Me habéis pillado, lo he probado y eso que sigo a régimen, pero un día y un poquito no pasa nada.
INGREDIENTES
- 350 g de harina
- 200 g de azúcar
- 3 huevos
- 100 ml de leche entera
- 50 g de almendras picadas
- 2 cucharadas de Nescafé
- 150 g de mantequilla derretida
- Una cucharadita de esencia de vainilla
- 1 sobre de levadura
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180ºC.
Preparamos un molde alargada, ponemos papel de hornear en la base y engrasamos los laterales.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que quede cremoso. Disolvemos el nescafé en la leche y lo incorporamos a la crema de huevos y azúcar.
Tamizamos la harina junto con la levadura, se lo añadimos a la masa y batimos a velocidad baja hasta que esté todo bien incorporado.
Añadimos la mantequilla y la esencia de vainilla. Batimos todo hasta que no queden grumos.
Echamos la mezcla en el molde, ponemos las almendras que hemos enharinado previamente por encima y horneamos 50 minutos.
Lo dejamos enfriar sobre una rejilla y desmoldamos.
Un beso y hasta mañana
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