¡¡Hola!!!
¡¡Cuánto tiempo!!
Me da vergüenza ver la fecha de la última publicación. Esto no puede ser. No creáis que he estado ociosa y sin hacer nada. Todo lo contrario, cada día veo cosas nuevas que quiero intentar hacer y me pongo con ello.
Me he enganchado al punto y esto ha sido uno de los motivos por el que he tenido un poco abandonado el blog. Y es que desde hace más de un año, un grupo de 8 amigas nos reunimos para tejer, charlar, merendar, etc. Lo que se tercie, eso sí, siempre con nuestra bolsa de labores. Ya os iré enseñando lo que hacemos.
Pues esa es una de las actividades a las que me he enganchado: el ganchillo y el punto. Qué vicio y que relax. Pero como siempre digo, se puede sacar tiempo para todo, lo que hace falta es organizarse. Y eso es lo que voy a hacer. Para ello he hecho un planning, que espero cumplirlo, y hacer dos publicaciones semanales.
Otra cosa que quiero empezar este año es aprender caligrafía artística. Los Reyes Magos me han traído el material, la pluma, las plumillas y el tintero. Ahora me falta ponerme a ello. Estoy investigando por internet cursos, plantillas, tutoriales, …
Más actividades que quiero hacer: algo de deporte; el pádel lo he abandonado un poco, por falta de tiempo y porque los partidos a los que iba coinciden con mi reunión de “mañosas” y he tenido que elegir. Y claro mis viernes con mis amigas son sagrados.
Y también quiero retomar el punto de cruz, y aprender pathwork, scrapbooking, la técnica de Jacquard en ganchillo…. Tengo un listado interminable, pero poco a poco.
En las publicaciones de los domingos os podré alguna foto de lo que voy tejiendo, o cosiendo o lo que esté haciendo esa semana.
Bueno, pues vamos con la receta de hoy,
He preparado un bizcocho para desayunar en el trabajo, es de leche condensada. Y aunque pueda parecer muy dulzón, no lo es. Lo que sí haré la próxima vez es ponerle un poco de ralladura de limón o de narajna, o abrirlo por la mitad y poner mermelada ya que, aunque parezca mentira, resulta un poco soso.
- 3 huevos
- 1 yogur natural
- Leche condensada: 1 medida del envase de un yogur
- Aceite de girasol: 1/2 medida del envase de un yogur
- Azúcar: 1 medida del envase de un yogur
- Harina: 3 medidas del envase de un yogur
- 1 sobre de levadura
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180ºC.
Engrasamos un molde, yo he usado uno redondo tipo corona (con agujero en el centro), pero podéis usar cualquier otro tipo de molde, eso sí, tened en cuenta que el tiempo de horneado puede variar en función del molde que elijáis.
Batimos bien los 3 huevos, cuando hayan blanqueado y doblado su volumen añadimos el yogur natural. Mezclamos bien.
Añadimos la leche condensada. Volvemos a mezclar.
Incorporamos el aceite, mezclamos.
Ponemos el azúcar, mezclamos
Tamizamos la harina junto con la levadura y la vamos añadiendo poco a poco.
Una vez que está ya todo bien mezclado lo vertemos en el molde y horneamos 40 minutos.
Acordaros que en función del molde que uséis el tiempo puede variar. Para comprobar que está hecho pinchamos el bizcocho con un palillo y si este sale seco, ya está listo.
Ya tenéis el desayuno para mañana.
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