El viernes tuvimos la primera reunión del club tras el descanso veraniego. Estuvimos en casa de Cristina. Que mona puso la mesa, en tonos beige y rosa, muy fino. Hizo una tarta de queso deliciosa,
una crema de mejillones espectacular, un capuccino increíble...
vamos que todo estaba de 10.
Lo mejor, el volver a reunirnos y disfrutar del punto, del ganchillo, de la costura y de las conversaciones de chicas.
Nos lo estábamos pasamos tan bien que tuvimos que alargar la merienda a cena. (y eso que no estábamos todas).
Para cenar nos preparó Conrado (el marido de Cristina) unos nachos deliciosos. Es un experto en preparar comida mexicana.
Para esta primera reunión del curso hice unos cinnamon rolls o rollitos especiados de canela, creo que es uno de mis bollos favoritos, jugoso, tierno y con un toque a canela, espectacular.
Ya los he hecho en más de una ocasión, lo único que esta vez he preparado más cantidad de relleno y de glaseado.
INGREDIENTES PARA LA MASA
- 675 g de harina
- 7 g de levadura seca de panadería
- 240 ml de leche
- 75 g de mantequilla
- 65 g de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- 3 huevos
INGREDIENTES PARA EL RELLENO
- 240 g de dark brown sugar, se puede sustituir por azúcar moreno.
- 3.5 cucharadas de canela
- 55 g de harina
- 170 g de mantequilla (fría y cortada en dados)
INGREDIENTES PARA EL GLASEADO
- 90 g de azúcar de glass
- 3.5 cucharadas de nata líquida
PREPARACIÓN
En un bol grande ponemos la mitad de la harina junto con la levadura, y mezclamos.
En un cazo ponemos a calentar la leche, la mantequilla, el azúcar y la sal. Batimos constantemente sin que llegue a hervir.
Poco a poco vamos echando esta mezcla sobre la harina y batimos a velocidad baja. Añadimos los huevos de uno en uno y batimos bien. Bajamos los restos que hayan quedado por las paredes y batimos a velocidad máxima 3 minutos.
Ponemos el gancho amasador y añadimos el resto de la harina (en caso de no tener podéis amasar a mano). Mezclamos a velocidad media durante 3-5 minutos.
Hacemos una bola con la masa, la ponemos en un bol engrasado.
Lo tapamos con papel transparente y lo dejamos reposar en un lugar cálido durante 2 horas (hasta que haya doblado su volumen).
Mientras tanto vamos preparando el relleno: mezclamos el azúcar, la harina y la canela. Ponemos la mantequilla cortada en dados y mezclamos con dos cuchillos hasta que tenga aspecto de migas. Reservamos.
Una vez que la masa ha doblado su volumen la amasamos a mano durante 10 minutos para sacar el aire.
Con un rodillo la estiramos hasta que quede un cuadrado de 30 cm aproximadamente. Extendemos el relleno por encima y lo enrollamos. Ponemos un poco de nata en uno de los bordes para sellarlo. Cortamos 8 trozos iguales y los ponemos sobre una fuente. Lo tapamos con film de plástico y lo dejamos reposar 1 hora, hasta que vuelva a doblar su tamaño. (Se puede dejar en la nevera hasta 24 horas, dejándolo a temperatura ambiente 30 minutos antes de hornearlo).
Pintamos la superficie con nata líquida
y horneamos a 190ºC durante 30 minutos.
Una vez fuera del horno volvemos a pintar la superficie con la nata líquida.
Por último echamos por encima el glaseado. Y listo para comer
Un beso y hasta mañana.
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