Después de un largo paréntesis, creo que por fin vuelvo a centrarme y a publicar alguna receta, espero poder hacerlo semanalmente.
Sigo liada con muchas cosas, a veces demasiadas, pero es que no puedo estar sin hacer nada y cada vez me involucro en más proyectos. A veces me falta tiempo, pero disfruto con lo que hago así que a seguir. Supongo que todo es cuestión de saber organizarse y disfrutar con lo que se hace.
Bueno vayamos con la receta de hoy, unas galletas deliciosas. Espero que os gusten.
Desde hace tiempo quería hacer estas galletas, pero por unas cosas u otras no las hacía, hasta el jueves pasado que me puse con ellas. Y las repetiré en breve ya que están deliciosas, son muy fáciles de hacer, llevan muy poco tiempo de preparación y menos aún de horneado. Lo único que hay que dejar la masa unas horas en la nevera, pero si tenéis prisa este tiempo se puede acortar.
INGREDIENTES
- 250 g de chocolate (yo usé Nestlé postres)
- 60 g de mantequilla
- 200g de harina
- 1 cucharadita de levadura
- 100 g de azúcar
- 2 huevos
- Azúcar glas (para rebozar)
PREPARACIÓN
Derretimos a fuego suave la mantequilla y el chocolate.
Batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y que haya doblado caso su volumen.
Añadimos el chocolate y mezclamos bien.
Tamizamos la harina junto con la levadura y lo echamos a la mezcla anterior.
Mezclamos bien.
Guardamos la masa en la nevera. Yo la dejé una hora (en a receta ponía que se dejase 3 horas). No tenía mucho tiempo ya que empecé a hacerlas a las 6 de la tarde.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Mientras vamos haciendo bolitas con la masa (el tamaño depende de cómo queráis las galletas de grandes) y las rebozamos en azúcar glas. Las ponemos sobre la vendeja del horno, a la que previamente la hemos puesto papel de hornear.
Horneamos 15 minutos.
Las dejamos enfriar sobre una rejilla y listas.
Son fáciles de hacer ¿verdad?
Ánimo y a ver si las hacéis. Veréis como os gustan.
Un beso y hasta mañana